Es innegable que cada día se logran nuevos aprendizajes y se refuerzan los ya existentes. En este artículo podemos corroborar las siguientes ideas:
El gusto por la lectura debe incentivarse a temprana edad “desde el vientre materno”. Por ende, es una responsabilidad que involucra no sólo al docente, sino a los padres de familia y a la sociedad.
Inculcar el hábito de la lectura requiere de mucha perseverancia, de creatividad, de una dosis de amor y de una gotita de abnegación. No existen fórmulas mágicas inmediatas.
La práctica diaria es el único sistema de perfeccionamiento de la lectura.
La narración de cuentos infantiles así como la co-lectura son excelentes recursos para hacer más atractiva la lectura en el niño.
Son criterios para la selección de textos para incentivar la lectura: los intereses del niño, lo recreativo que resulte para ellos y es necesario tener siempre presente el derecho del niño a la libre elección de lo que lee.
Incorporar a los modelos de análisis tradicionales de textos, aspectos innovadores que enriquecen esta actividad y contextualizar los mismos de acuerdo al nivel que se imparte.
Optar por posibilidades creativas para el análisis y comprensión de textos: maquetas, títeres, juegos, crucigramas, sopa de letras...
Por: Florencia Valdés
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